Ciudades subterráneas.
Una de las cosas que visitamos estando en Turquía, fueron ciudades escavadas en toba blanda. Unas escaleras te conducían desde el suelo regular de la aldea a las habitaciones y corredores situados en el vientre de la tierra, eran ciudades subterráneas. Excavadas en el suelo hasta una profundidad de ocho plantas y 90 m. de profundidad - en algunas áreas de estas ciudades se han llegado a cavar unos 12 pisos - y kilómetros de galerías excavadas en la roca volcánica. Entre algunas galerías existe un mecanismo de cierre de seguridad que consiste en una enorme rueda que actúa a modo de barrera, se puede manipular desde el interior, pero desde la parte contraria es imposible franquearla pues va precedida de un túnel estrecho y bajo. Siendo lo superior como viviendas y lo inferior como almacenes y escondites, la mayor parte del recorrido teníamos que hacerlo a “gatas”, en fila de a uno, y teniendo cuidado con los salientes de las rocas, ya que podías clavártelos fácilmente.
Por lo que leí de ellas, no se conoce a ciencia cierta quién creó estas ciudades, que incluyen pequeñas plazas y capillas. Un historiador griego las menciona ya en el siglo V a. C. Parece ser que entre los siglos VII y X se intensificó notablemente la utilización de estas cavernas, durante la invasión árabe a la región, ya que en ellas se escondían los cristianos que huían de los invasores. Durante aquel periodo se desarrolló una vida urbana regular debajo de la tierra. Las construcciones incluían vivienda, comercio, religión y sepultura. La última ocasión en la que se recurrió a utilizar estas cuevas subterráneas fue en 1838 cuando los habitantes locales se refugiaban de los ejércitos egipcios de Ibrahin Pasha.
A veces, nos encontrábamos descansillos en los que podíamos ponernos de pie - algunos - y aprovechábamos para sacar fotos, aunque estas salían borrosas, supongo que por el ambiente y la falta de luz de ahí dentro. Había algunas zonas, en las que teníamos que llevar linternas, ya que casi ni se veía, y no había focos.
No se como será hacer una excursión de este tipo, con un grupo de 30 personas, que es lo que suele ser habitual, pero nosotros, al ser tan poquitos disfrutamos muchísimo aun siendo tan agobiarte. Recuerdo que había un chico que era tan alto, que en ningún sitio podía estirarse del todo, y en los estrechos túneles, iba casi tumbado..
Por lo que leí de ellas, no se conoce a ciencia cierta quién creó estas ciudades, que incluyen pequeñas plazas y capillas. Un historiador griego las menciona ya en el siglo V a. C. Parece ser que entre los siglos VII y X se intensificó notablemente la utilización de estas cavernas, durante la invasión árabe a la región, ya que en ellas se escondían los cristianos que huían de los invasores. Durante aquel periodo se desarrolló una vida urbana regular debajo de la tierra. Las construcciones incluían vivienda, comercio, religión y sepultura. La última ocasión en la que se recurrió a utilizar estas cuevas subterráneas fue en 1838 cuando los habitantes locales se refugiaban de los ejércitos egipcios de Ibrahin Pasha.
A veces, nos encontrábamos descansillos en los que podíamos ponernos de pie - algunos - y aprovechábamos para sacar fotos, aunque estas salían borrosas, supongo que por el ambiente y la falta de luz de ahí dentro. Había algunas zonas, en las que teníamos que llevar linternas, ya que casi ni se veía, y no había focos.
No se como será hacer una excursión de este tipo, con un grupo de 30 personas, que es lo que suele ser habitual, pero nosotros, al ser tan poquitos disfrutamos muchísimo aun siendo tan agobiarte. Recuerdo que había un chico que era tan alto, que en ningún sitio podía estirarse del todo, y en los estrechos túneles, iba casi tumbado..
1 Ronroneos:
Me gustaría viajar a Turquía. Creo que debe ser una pasada.
Un saludo. Me gusta tu blog te enlazo y te iré leyendo.
Un abrazo.
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